(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 8 de Febrero de 2007)
El dolor escrotal debe considerarse una urgencia quirúrgica potencial que requiere una rápida valoración para salvaguardar la viabilidad del testículo afectado. El artículo de M. C. Koester. Initial Evaluation and Management of Acute Scrotal Pain. J.Athl.Train. 35 (1):76-79, 2000; revisa los aspectos mas característicos del dolor escrotal agudo.
La incidencia anual de torsión testicular es de 1 caso por cada 4000 varones menores de 25 años. En el 90% de los casos la torsión la desencadena una anomalía congénita del proceso vaginal en la que la túnica vaginalis cubre no sólo testículo y epidídimo, sino también el cordón espermático, lo que facilita la rotación del testículo sobre el cordón espermático. Habitualmente no existen factores precipitantes, tan sólo en un 4-8% de los casos es secundaria a traumatismo. Otros factores que pueden predisponer a la torsión son el incremento del volumen testicular (pubertad), tumores testiculares, historia de criptorquidia.
La torsión compromete inicialmente el retorno venoso, posteriormente se compromete el flujo arterial; el grado de isquemia depende de la duración de la torsión, pudiendo ser irreversible a las 4 horas del inicio de la torsión.
En E. Ringdahl and L. Teague. Testicular torsion. Am.Fam.Physician 74 (10):1739-1743, 2006; se revisan los aspectos de mayor interés en el diagnóstico diferencial del escroto agudo. Deben considerarse, además de la torsión de testículo, otras causas de dolor escrotal: traumatismos, epididimitis, hernia incarcerada, varicocele, edema escrotal idiopático y torsión de hidátide de Morgagni.
En la epididimitis la piel escrotal puede observarse edematosa en un estadio evolutivo tardío, inicialmente puede observarse únicamente inflamación del epidídimo y piuria en el examen de orina. El aspecto de la historia de mas interés para discriminar una u otra causa es la edad del paciente, mientras que la torsión testicular es una patología típicamente prepuberal, la epididimitis es una patología habitualmente postpuberal. En la epididimitis es frecuente la existencia de disuria y micción frecuente en los días previos.
En la torsión de hidátide puede palparse un nódulo inflamado en uno de los polos del testículo de 2-3 mm de diámetro, nódulo que puede apreciarse por transiluminación y que se conoce como el "signo de la gota azul". Se desarrolla edema escrotal con rapidez, pero el tamaño testicular del lado afectado es similar al teste contralateral.
En la torsión testicular el cordón aparece engrosado y acortado, además la congestión venosa origina aumento del tamaño testicular con dolor intenso. El signo mas específico en la torsión testicular es la ausencia de reflejo cremastérico. Este reflejo se pone de manifiesto por el roce de la cara interna del muslo, lo que origina la contracción de músculo crematerico y elevación testicular. El dolor de la torsión testicular se describe como súbito, severo; e tanto el dolor de una torsión de hidátide o una epididimitis se desarrolla gradualmente a lo largo de varios días. Una historia de traumatismo precediendo al dolor escrotal no debe excluir la posibilidad de torsión de testículo, de hecho un dolor que persiste durante mas de 60 minutos después del traumatismo requiere evaluación para excluir la posibilidad de torsión. Al hacer la anamnesis no es infrecuente en la torsión testicular que se refieran episodios similares de dolor en los meses previos que podrían sugerir episodios de torsión y detorsión espontáneos.
Se debe inspeccionar el escroto valorando inflamación, eritema y orientación del teste en el escroto. Normalmente el testículo se orienta en el escroto con el eje longitudinal perpendicular al suelo y el tamaño del teste izquierdo es ligeramente inferior al derecho. Desde el comienzo, en la torsión testicular el teste está inflamado y caliente. La palpación en la epididimitis permite en ocasiones distinguir una estructura lisa dolorosa adherida a la porción posterolateral del testículo. En el caso de la torsión del hidátide el dolor y la inflamación pueden limitarse al polo superior del testículo. La exploración complementaria de elección es la ecografía con doppler que permite evaluar el estado del flujo vascular del cordón espermático y descartar todas las restantes causas de escroto agudo. El examen ecográfico permite obtener información sobre:
- Morfología del escroto y epidídimo, incluyendo ecogenicidad y ecotextura.
- Volumen testicular.
- Perfusión central y periférica del testículo mediante ecografía con doppler color.
- Flujo venoso y arterial del testículo.
Estos aspectos son de importancia a la hora de evaluar la viabilidad testicular y la necesidad de cirugía.
Algunos autores recomiendan la detorsión manual en tanto se programa la cirugía, este procedimiento puede resultar muy doloroso precisándose de la infiltración del cordón espermático con 5 ml de lidocaína al 2%. De ser efectiva la detorsión manual se origina una rápida mejoría del dolor. La rotación del testículo puede ser mayor de 360º por lo que la detorsión manual (180º como máximo) puede no ser efectiva. La detorsión quirúrgica debe acompañarse de una orquiopexia, también contralateral de forma profiláctica.
La complicación mas importante de la torsión testicular es la pérdida del testículo.
Dr. José Uberos Fernández
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