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Manejo de las anomalías urológicas congénitas durante el periodo adulto

(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 4 de Diciembre de 2008)
Gran parte de las anomalías urológicas congénitas son diagnosticadas prenatalmente, esta circunstancia ha motivado un mejor abordaje en su tratamiento y una disminución tanto de su mortalidad como de su morbilidad. Existen una serie de anomalías que por su naturaleza son difícilmente diagnosticables durante el periodo prenatal, su diagnóstico se realiza por tanto durante la vida adulta. En Sarel Halachmi and Giora Pillar. Congenital urological anomalies diagnosed in adulthood - Management considerations. Journal of Pediatric Urology 4 (1):2-7, 2008; se revisa el manejo de aquellas anomalías urológicas congénitas que persisten o se diagnostican en el periodo adulto.
Obstrucción de la unión ureteropélvica. Su incidencia en el recién nacido esta bien definida y se conoce que son responsables del 60% de los casos de hidronefrosis neonatal. Su incidencia en el adulto no esta bien definida, su diagnóstico en el adulto suele realizarse tras exploración motivada por la presencia de un dolor de espalda, presencia de un cólico renal o hematuria. La actitud en las obstrucciones de la unión ureteropélvica detectadas en en niño o en el adulto es diferente. En el niño de pretende eliminar la obstrucción quirúrgicamente para favorecer un funcionalismo renal normal y por tanto el crecimiento normal del riñón. En el adulto ya se han establecido mecanismos compensatorios a la obstrucción, por tanto antes de tomar una actitud terapéutica debe valorarse edad, síntomas, función renal y comorbilidades. Según el caso, el tratamiento definitivo incluye cirugía reconstructora para eliminar la obstrucción y nefrectomía. El estándar de cirugía reconstructora en adultos es la pieloplastia abierta o la pielopastia laparoscópica con similares resultados. 
Criptorquidia del adulto. Durante la edad pediátrica su tratamiento con orquidopexia viene obligado para intentar preservar la función testicular, que se altera en una posición anatómica anómala. La espermatogénesis disminuye en los testículos no descendidos y después de los 2 años de edad se va produciendo una aplasia irreversible de las células germinales. En relación al tratamiento con orquidopexia, parece admitido en la actualidad que el descenso testicular tardio y su fijación en escroto no disminuye la tendencia de estos testículos no descendidos del adulto a desarrollar cáncer testicular. Por otro lado, debido a su anormal localización abdominal, estos testículos se torsionan, siendo causa de dolor abdominal y necrosis testicular. Por todo ello, la actitud terapéutica en los testículos no descendidos del adulto cuando el testículo contralateral es normal es realizar orquiectomía. 
Ureterocele del adulto. Durante la edad pediátrica la presencia de un ureterocele se puede relacionar con diversas anomalías como la presencia de duplicidad renal, uréter ectópico, estenosis de unión ureterovesical, incontinencia y reflujo. En el adulto la mayoría de los ureteroceles se relacionan con un solo sistema y son de localización intravesical. La estasis de orina en el ureterocele puede favorecer la formación de litiasis y cólicos renales. En los casos sintomáticos se recomienda la incisión laparoscópica del ureterocele y fragmentación de los cálculos.
Hipospadias del adulto. Los hipospadias distales pueden originar únicamente problemas estéticos y desviación del chorro miccional. La función eréctil y la fertilidad no están alteradas. Existen pocos datos sobre la corrección de hipospadias en adultos, aunque es factible debe tenerse en cuenta la posibilidad de desarrollar complicaciones del tipo de estenosis meatal y fístulas en menos del 10% de los casos. 
Reflujo del adulto. Aunque en alto porcentaje de los casos el reflujo vesicoureteral se resuelve espontáneamente, en un 10-40% de los casos el reflujo puede persistir. Se trata de reflujos de bajo grado y asintomáticos, ya que los reflujos de alto grado deben someterse a corrección quirúrgica durante el periodo pediátrico. La resolución espontánea del reflujo vesicoureteral del adulto es poco habitual. A diferencia de lo observado en adultos, el reflujo vesicoureteral del adulto no se asocia con mayor riesgo de infección bacteriana ascendente y pielonefritis.
Dr. José Uberos Fernández

Comentarios

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