(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 30 de Septiembre de 2008)
Los tumores testiculares en edad pediátrica son muy raros, tradicionalmente se ha considerado que a esta edad y en esta localización los tumores eran mas frecuentemente malignos. Seppo Taskinen, Riitta Fagerholm, Johanna Aronniemi, Risto Rintala, and Mervi Taskinen. Testicular tumors in children and adolescents. Journal of Pediatric Urology 4 (2):134-137, 2008; publican esta serie donde observan que hasta en un 68% de sus pacientes los tumores testiculares son benignos, porcentaje mas marcado si consideramos los niños en edad perpuberal donde el porcentaje de tumores benignos llega al 77%; a partir de este periodo el porcentaje de tumores benignos disminuye hasta el 38%. Los teratomas y los tumores de saco embrionario son los mas frecuentes en niños en edad prepuberal, después de la pubertad el tumor mas frecuente es el carcinoma embrionario. El tamaño del tumor como condición aislada no es indicativo de malignidad o benignidad. La media de edad de presentación de los teratomas es de 13 meses, en estos casos es posible la resección del tumor sin riesgo de atrofia testicular. Los quistes epidermoides se observan en el 14% de los tumores testiculares. Los tumores de estroma testicular son también infrecuentes, se observan en el 13% de todos los tumores, la edad media de presentación es de 38 meses para los tumores de células de Sertoli y 53 meses para los tumores de células de Leydig; ambos tipos de tumores son habitualmente benignos en niños de corta edad, cuando aparecen en niños de mayor edad o periodo postpuberal son habitualmente malignos.
La displasia quística es un raro hallazgo asociado con riñones multiqísticos. De la observación de la serie de S.Taskinen y cols. se puede concluir que los tumores testiculares en etapa prepuberal son mas frecuentemente benignos y en estos casos se puede recurrir a la cirugía primaria conservando el testículo, a partir del periodo postpuberal el carcinoma embrionario es el hallazgo mas frecuente. Por último los autores observan que los teratomas multifocales o bilaterales son posibles en niños, aunque extremadamente raros.
Dr. José Uberos Fernández
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